Filosofía del Miedo
¿A qué le temo? ¿Por qué no avanzo? Son preguntas que todos nos hemos hecho en algún momento. Sin embargo, a menudo nos cuesta reconocer que lo que sentimos es miedo. En ocasiones, el miedo nos paraliza y nos frustra, impidiéndonos avanzar en nuestra vida. Pero ¿es siempre así? ¿Acaso no conoces a alguien que haya superado sus miedos y logrado grandes cosas?
Es común que pensemos que solo las personas famosas o exitosas son capaces de superar sus miedos. Sin embargo, la verdad es que todos, incluyendo a los superhéroes, sienten miedo en algún momento. La diferencia radica en cómo manejan ese miedo.
Reconocer que tenemos miedo es el primer paso para superarlo. De hecho, el miedo puede ser un gran motor para avanzar en nuestra vida.
Durante mi corta existencia, he tenido que enfrentar el miedo en cada paso que doy en este maravilloso camino que he venido recorriendo. Afortunadamente, he aprendido mucho de mis miedos, lo que me ha permitido crecer cada día más. El miedo se ha convertido en una pasión para mí, aunque también me ha llevado a lugares oscuros en mi vida, no enfrentarlos me llevó a la depresión, al alcohol, la drogas, me llevó a la autodestrucción y a la autolesión.
Para salir de ellos, debí enfrentarme cara a cara con mis miedos, aprendiendo a obsevarme y aunque no fue fácil, lo logré. Luego de reconocerlo, empecé a buscar ayuda, solos no podemos, en mi caso empecé por libros de autoayuda, no tenía más herramientas, tampoco tenía dinero para un psicólogo y el coaching no existia o yo no lo conocía, así que mis herramientas eran básicas y mis recursos limitados. Este camino me permitió salir del pozo y ver la luz.
Sin embargo, superar el miedo no significa perderlo, ya que es algo intrínseco en nuestra esencia humana. A pesar de haber superado muchos de mis miedos, aún los tengo. De hecho, uno de mis mayores temores era escribir y publicar, pero aquí estoy, enfrentándolo una vez más.
Hoy en día, convivo con el miedo y lo uso como una herramienta para desafiarme a mí mismo. El miedo es importante porque nos permite crecer y superarnos, siempre y cuando lo controlemos, nos permitirá tomar decisiones difíciles o salir de nuestra zona de confort. No se trata de perder o ganar el miedo, sino de reconocerlo, observarlo, aprender de él y aceptarlo como parte de nosotros mismos.
Pero, ¿qué es el miedo?
El miedo es una emoción humana natural que surge en respuesta a una percepción de peligro o amenaza, real o imaginada. Es una respuesta emocional primaria que involucra cambios fisiológicos en el cuerpo, como la liberación de hormonas del estrés y la activación del sistema nervioso simpático, que prepara al cuerpo para una posible acción de lucha o huida.
El miedo puede ser una respuesta útil y adaptativa en situaciones peligrosas, ya que puede ayudarnos a evitar daño o tomar medidas para protegernos. Sin embargo, cuando el miedo es excesivo o irracional, puede interferir con la vida cotidiana y convertirse en un trastorno de ansiedad.
En la filosofía, el miedo ha sido objeto de muchas reflexiones, tanto desde la perspectiva de la ética como desde la epistemología. Algunos filósofos han argumentado que el miedo es un obstáculo para la realización de la vida buena, mientras que otros han sostenido que el miedo es necesario para la supervivencia y la autoconservación. En la psicología, el miedo ha sido ampliamente estudiado como parte de la investigación sobre la emoción y la motivación, así como en el contexto de los trastornos de ansiedad.
La ontología es una rama de la filosofía que se ocupa del estudio de la naturaleza de la existencia y la realidad. Desde esta perspectiva, el miedo se puede entender como una respuesta emocional ante una percepción de amenaza o peligro, que puede tener implicaciones ontológicas.
En la ontología, el miedo puede ser visto como una reacción a la posibilidad de perder algo que se considera valioso, como la vida, la libertad, la integridad física o psicológica, o la propiedad. De esta manera, el miedo puede ser entendido como una respuesta a la vulnerabilidad y la fragilidad de la existencia humana.
Algunos filósofos ontológicos han argumentado que el miedo es una parte intrínseca de la experiencia humana, ya que la existencia humana está marcada por la finitud, la vulnerabilidad y la incertidumbre. Según esta perspectiva, el miedo puede ser visto como una expresión de la fragilidad y la limitación de la existencia humana.
En resumen, desde la ontología, el miedo puede ser entendido como una respuesta emocional a la fragilidad, la vulnerabilidad y la finitud de la existencia humana, que puede tener implicaciones en nuestra comprensión de la realidad y la naturaleza de la existencia.
Pero qué son cada uno de estos pilares existenciales?
Estos pilares son aspectos inherentes a la existencia humana que pueden generar miedo, ansiedad y estrés. También pueden llevar a una mayor apreciación de la vida y una mayor conexión con los demás.
La fragilidad habla desde el lado de la debilidad o la vulnerabilidad del ser humano ante situaciones de amenaza que puedan dañar su integridad física, emocional o mental. Recuerden que el ser humano es susceptible a enfermedades, accidentes, etc.
La vulnerabilidad es la exposición del ser humano al sufrir daño emocional y/o psicológico frente a situaciones que le producen incertidumbre, inestabilidad, riesgo, esto le conducirá a sentir miedo, angustia, frustración o tristeza.
La finitud es la limitación espacio-temporal del ser humano. Nosotros como humanidad estamos expuestos a la muerte, al envejecimiento o a la pérdida de habilidades, y también estamos limitados por nuestro cuerpo, a los recursos materiales, al mismo entorno.
La finitud puede producir angustia y temor, por dos razones principalmente, primero la ser consciente de la propia mortalidad y segundo la incertidumbre de nuestro futuro. Estas situaciones nos llevan a buscar un lugar donde nos brinde seguridad, estabilidad y control, instalándonos con el tiempo en la famosa zona de confort.
El miedo es la respuesta a estos tres pilares de la existencia humana, y es aquí donde me enfoco para acompañarte a descubrir cómo superarlos, como aceptarlos, abrazarlos y llevarlos sanamente. Porque, mis queridos lectores, el miedo es parte intrínseco de nosotros y nuestras experiencias. Entonces la pregunta no es: Cómo dejo de tener miedo? sino, que debo aprender hoy para superar este miedo y usarlo como un faro para que me guíe.
Lo más importante es ser consciente de que lo tenemos, reconocerlo, afrontarlo, aceptarlo como nuestra vulnerabilidad, como parte de nosotros. Reconocerlo nos lleva a construir un futuro más feliz, con mejor actitud, con más confianza. La magia ocurre, pero no se hace sola, necesita del mago para poder crearse. Te quiero,
Cami Castell.
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