top of page

Aprende a poner límites sin perderte en la aprobación de los demás.

Foto del escritor: camilo castellanoscamilo castellanos

Hace unos años, me encontraba en una situación que, mirando hacia atrás, me resulta difícil de creer. Cada vez que alguien me pedía algo, mi respuesta era automática: “Sí, claro, no hay problema.” Era como si mi valor estuviera ligado a cuánto podía complacer a los demás. Pero mientras decía sí a todo, cada vez decía más no a mí mismo.


De afuera, parecía que lo tenía todo bajo control: relaciones armoniosas, un trabajo donde siempre estaba dispuesto a ayudar y una vida social activa. Pero por dentro, la historia era otra. Sentía que no podía sostener tanto. Me encontraba agotado, frustrado y con una sensación constante de estar desbordado. En un momento, me di cuenta de algo fundamental: no eran los demás los que me habían puesto en esa situación. Era yo. Yo había dejado que mi necesidad de aprobación superara mi capacidad de cuidarme.


El problema de vivir buscando aprobación

¿Te pasa que decís que sí aunque por dentro estés gritando que no? Tal vez sea porque temes que te vean como egoísta, que alguien se enoje o porque quieres evitar un conflicto. Al principio parece que todo está bien, pero con el tiempo, cada sí que das sin quererlo se siente como una pequeña traición a vos mismo.

La realidad es que vivimos en un mundo que valora mucho la conformidad y el agrado. Nos enseñan que ser buenos implica estar siempre disponibles para los demás. Pero nadie nos dice que poner límites también es un acto de bondad, porque cuando cuidamos de nuestra energía y bienestar, también podemos dar lo mejor de nosotros a los demás.


¿Cómo aprendí a poner límites?

Aprender a decir que no sin sentir culpa fue un viaje que me llevó tiempo. Lo primero que hice fue reconocer que no podía con todo, y que eso no me hacía menos.


Recuerdo una vez en particular, un amigo me pidió que lo ayudara con un proyecto a último momento. En otra época, habría dicho que sí de inmediato, aunque tuviera mil cosas pendientes. Pero esa vez, respiré profundo y dije: “Esta vez no puedo, pero puedo ayudarte a encontrar otra persona que lo haga”. Fue difícil, pero también liberador. Mi amigo entendió y, para mi sorpresa, no hubo enojo ni conflicto. Fue en ese momento que comprendí que los límites no alejan a las personas que realmente te valoran, sino que las acercan más.


Consejos para poner límites sin perderte en la aprobación.


Si esto resuena con vos, quiero compartirte algunas cosas que me ayudaron:


  1. Identificá tus prioridades: Antes de responder automáticamente, pregúntate: “¿Esto va a sumar o a restar en mi vida?” Si decís que sí a algo, asegurate de que esté alineado con lo que realmente importa para vos.


  2. Practicá decir ‘déjame pensarlo’: No tenés que responder al instante. Decir que necesitás tiempo para evaluar te da espacio para decidir con claridad.


  3. Empezá con límites pequeños: No intentes cambiar todo de golpe. Empezá estableciendo límites en situaciones que no sean tan desafiantes. Esto te dará confianza para avanzar hacia las más difíciles.


  4. Cambiá la narrativa interna: Deja de pensar que decir que no es un rechazo. En su lugar, pensalo como un acto de honestidad y cuidado.


  5. No te justifiques de más: Un “No puedo ahora” es suficiente. Explicar de más a menudo solo genera más culpa o te hace dudar de tu decisión.


  6. Recordá que no podés agradar a todos: Esto es clave. Siempre habrá alguien que no esté de acuerdo con tus límites, pero eso no significa que estés haciendo algo mal.



Poner límites no significa que dejes de ser generoso o considerado. Significa que te cuidás lo suficiente como para ser genuino y estar presente desde un lugar de amor propio. Cuando aprendés a decir que no a lo que no te hace bien, abrís espacio para decir sí a lo que realmente importa. Porque, al final del día, la aprobación más importante es la tuya.




Así que hoy te pregunto: ¿Qué límite podrías poner para cuidar tu energía y priorizarte? Te prometo que dar ese primer paso cambia todo.


Fuerte Abrazo.

Cami.


Comments


bottom of page